domingo, 22 de marzo de 2009

Puntera

Con mis hermanos compartimos la pc, por el tema del Internet.

Para evitar disputas, nos pusimos horarios. Y somos exageradamente exactos respecto a la hora, si mi turno es a las 22:00, a las 22:00 me la cede mi hermana.

El otro día, eran las 23:58, faltando dos minutos para el turno de Fló. Como ya había terminado todo aquello que había hecho, clavé la mano en el mouse, y la vista en el reloj de la pantalla, esperando la hora indicada.

Fló estaba atrás mío, refunfuñando.

-Qué puntera que sos -me dijo.

-Ehm... Flor, se dice "puntual".

2 comentarios:

  1. Nadie quiere quedar fuera de mi Instituto
    Desde que emprendí hace treinta y dos mil años con quince minutos la tarea de salvar a la humanidad con la genialidad nacida en MI natural modestia, se produce un hecho reiterado. En los Templos de la Sabiduría donde ejerzo la sublime misión de, por un lado eliminar la natural brutalidad del ser humano terráqueo con una brizna de cultura plutoniana y por el otro, probar la resistencia de la yanta de la bicicleta rodado 28 (inventada por MI) sobre el empedrado de la calle Enrique del Valle Ibarlucea de la ciudad de Ekaterimburg en el planeta Mercurio, los discipulos no quieren renunciar al privilegio de estar junto al GENIO del Blog, el Zaratustra de la Internet, osease modestamente YO, el gran Monotributo, y entonces intentan mil estratagemas para no partir al mundo con su título de técnicos dentales del premolar informático que YO les otorgo. Los masitas quieren quedarse bajo el aura de perfección que YO, la humildad hecha hamaca movediza de Firmat encarno, y entonces se producen situaciones como esta, donde pueden ver a algunas alumnas maracas mimetizadas con MI perfecta, viril y hermosísima faz, alcahueteandome al oido.

    ResponderEliminar